CONVIVENCIA SEGÚN BOFF.
Leonardo Boff escribió un libro, en varios tomos, llamado "Virtudes para otro mundo posible" (Ed. Sal Terrae, Cantabria, 2007) En el segundo tomo trata de Convivencia, respeto y tolerancia. Es un libro que toda persona interesada debiera consultar, sino que estudiar con finura. Tomo prestado de Boff algunos párrafos para presentar una reflexión.
El concepto de convivencia se busca y elabora para fundamentar una práctica de dicha virtud. Es decir, la convivencia es ante todo una práctica (una acción intencional objetivo, dirá Luis Villoro) de las personas entre sí. Por eso, nos dice Boff, "...hay que procurar entender el concepto de convivencia, no como una definición cerrada, sino como una visión con unos contornos perfectamente claros y que constituye el resultado final de una serie de procesos de acercamiento y conocimiento del otro y del diferente" (Boff 23) De ahí Boff deriva ciertos pasos para constituir la convivencia.
El primero es caer en la cuenta de que los otros, las personas con las cuales me encuentro son un desafío y nos piden una labor de comprensión y de descifrarlas. Implica superar la distancia que nos separa y acoger al otro, escucharlo y dialogar con él. La comprensión tiene en el prejuicio y en el imaginario su principal obstáculo. Pues no es fácil dejar a un lado prejuicios e imágenes previas al encuentro con otros. "Los niños son crueles" dicen algunos docentes para describir la causa de sus nervios antes de conocer a un grupo de alumnos. "Las mujeres son ultra sensibles. De todo lloran y llorando quieren componer todo" es una frase escuchada entre hombres para describir a las mujeres. Y cien más que los lectores pueden recordar acerca de extranjeros, indígenas, razas diferentes, extraños. Encontrarnos pide buscarnos. Buscarnos pide suspender juicios. Suspender juicios implica corazón generoso para recibir lo que viene con el otro y suspender pide hacer a un lado lo que la mirada del otro suscita o excita de prejuicios en nosotros.
Encontrarnos facilita otro paso: Conocernos. Comprender al otro entraña una concepción, según Boff. Y una concepción necesita al menos a dos que intercambian y se abren a compartir lo que cada quien ofrece al otro. Concebir facilita el conocimiento. Conocernos tiene una raíz: Nacer con. El encuentro genuino permite concebir - nos entre otros. Y hacer nacer una idea, una comprensión naciente del otro, que deja atrás el juicio previo. Si nacemos juntos, ahora sí empezamos a conocernos, a concebir - comprender quién es ese otro que ahora nací a conocer.
Conocer facilita el compromiso mutuo, la comunicación y más. Así nacemos a convivir.
Boff dice que la categoría "convivencia" nació en Brasil, según reconocen los estudiosos. (Remite a Sundermeier, T. "Konvivenz und Differenz", Verlag der Evangelisch - Lutherischen Mission. Erlagen 1995) Y cita dos nichos de experiencia: Paulo Freire, pedagogo, que parte de denunciar la división maestro / alumno como no originaria. Lo originario es la comunidad discente, en la que todos se relacionan con todos y, al intercambiar, aprenden unos de otros. "Aprender, para Freire es un acto vital; es una comunión de vidas, de intereses y de destino; es un juego de relaciones personales y sociales en las que todas las dimensiones de la vida emergen y se articulan entre sí, unas veces en tensión otras en armonía, siempre dentro de un dinamismo de intercambio en todas las direcciones." (Boff 28)
Y el nicho dos son las Comunidades Eclesiales de Base, fenómeno que nació en Brasil en los años cincuenta y se difundió por todo el mundo. Se caracterizan por ser comunidades, es decir personas en relación directa, igualitarias, incluyentes, solidarias y fraternas. De Base porque surgen entre los mas pobres, del estrato más "bajo" de la sociedad. ´Nacen del encuentro de quienes se ven al margen del proceso social dominante. Lo que hace viva y dinámica a la comunidad es la convivencia. Las autoridades eclesiales son aceptadas con un nuevo rol: aliados en la búsqueda común. Así se conforma un red constituida por tres ingredientes que configuran la convivencia social: participación, comunión y celebración. (Boff 31)
Convivir, convivencia es una práctica. Pensarla implica pensar una práctica. Conceptualizarla implica construir con los constitutivos de la práctica el concepto.