sábado, 24 de noviembre de 2012

CONVIVENCIA SEGÚN BOFF.

Leonardo Boff escribió un libro, en varios tomos, llamado "Virtudes para otro mundo posible" (Ed. Sal Terrae, Cantabria, 2007) En el segundo tomo trata de Convivencia, respeto y tolerancia. Es un libro que toda persona interesada debiera consultar, sino que estudiar con finura. Tomo prestado de Boff algunos párrafos para presentar una reflexión.

El concepto de convivencia se busca y elabora para fundamentar una práctica de dicha virtud. Es decir, la convivencia es ante todo una práctica (una acción intencional objetivo, dirá Luis Villoro) de las personas entre sí. Por eso, nos dice Boff, "...hay que procurar entender el concepto de convivencia, no como una definición cerrada, sino como una visión con unos contornos perfectamente claros y que constituye el resultado final de una serie de procesos de acercamiento y conocimiento del otro y del diferente" (Boff 23) De ahí Boff deriva ciertos pasos para constituir la convivencia.

El primero es caer en la cuenta de que los otros, las personas con las cuales me encuentro son un desafío y nos piden una labor de comprensión y de descifrarlas. Implica superar la distancia que nos separa y acoger al otro, escucharlo y dialogar con él. La comprensión tiene en el prejuicio y en el imaginario su principal obstáculo. Pues no es fácil dejar a un lado prejuicios e imágenes previas al encuentro con otros. "Los niños son crueles" dicen algunos docentes para describir la causa de sus nervios antes de conocer a un grupo de alumnos. "Las mujeres son ultra sensibles. De todo lloran y llorando quieren componer todo" es una frase escuchada entre hombres para describir a las mujeres. Y cien más que los lectores pueden recordar acerca de extranjeros, indígenas, razas diferentes, extraños. Encontrarnos pide buscarnos. Buscarnos pide suspender juicios. Suspender juicios implica corazón generoso para recibir lo que viene con el otro y suspender pide hacer a un lado lo que la mirada del otro suscita o excita de prejuicios en nosotros.

Encontrarnos facilita otro paso: Conocernos. Comprender al otro entraña una concepción, según Boff. Y una concepción necesita al menos a dos que intercambian y se abren a compartir lo que cada quien ofrece al otro. Concebir facilita el conocimiento. Conocernos tiene una raíz: Nacer con. El encuentro genuino permite concebir - nos entre otros. Y hacer nacer una idea, una comprensión naciente del otro, que deja atrás el juicio previo. Si nacemos juntos, ahora sí empezamos a conocernos, a concebir - comprender quién es ese otro que ahora nací a conocer.

Conocer facilita el compromiso mutuo, la comunicación y más. Así nacemos a convivir.

Boff dice que la categoría "convivencia" nació en Brasil, según reconocen los estudiosos. (Remite a Sundermeier, T. "Konvivenz und Differenz", Verlag der Evangelisch - Lutherischen Mission. Erlagen 1995) Y cita dos nichos de experiencia: Paulo Freire, pedagogo, que parte de denunciar la división maestro / alumno como no originaria. Lo originario es la comunidad discente, en la que todos se relacionan con todos y, al intercambiar, aprenden unos de otros. "Aprender, para Freire es un acto vital; es una comunión de vidas, de intereses y de destino; es un juego de relaciones personales y sociales en las que todas las dimensiones de la vida emergen y se articulan entre sí, unas veces en tensión otras en armonía, siempre dentro de un dinamismo de intercambio en todas las direcciones." (Boff  28)

Y el nicho dos son las Comunidades Eclesiales de Base, fenómeno que nació en Brasil en los años cincuenta y se difundió por todo el mundo. Se caracterizan por ser comunidades, es decir personas en relación directa, igualitarias, incluyentes, solidarias y fraternas. De Base porque surgen entre los mas pobres, del estrato más "bajo" de la sociedad. ´Nacen del encuentro de quienes se ven al margen del proceso social dominante. Lo que hace viva y dinámica a la comunidad es la convivencia. Las autoridades eclesiales son aceptadas con un nuevo rol: aliados en la búsqueda común. Así se conforma un red constituida por tres ingredientes que configuran la convivencia social: participación, comunión y celebración. (Boff 31)

Convivir, convivencia es una práctica. Pensarla implica pensar una práctica. Conceptualizarla implica construir con los constitutivos de la práctica el concepto.
   

jueves, 4 de octubre de 2012

RED PARA CONVIVIR

Si pronunciamos la palabra "red" el significado evocado por los oyentes de esa palabra será, en alto porcentaje, el instrumento o herramienta "red usada para pescar". Muy cercano a esta evocación estará el entendimiento de la red que se usa en deportes: la red de la porteria en el futbol ("el balón fue a las redes") o la red que divide el campo de juego en el voley ball o en el badminton, o incluso la red del aro de la canasta en el basket ball. Un tercer grupo, más pequeño, entenderá por "red" una trama de partes que conectan un lugar con otros con algún propósito: La red de agua potable, en una ciudad. La red electríca en un país mediante la cual se hace llegar energía electríca a todos los rincones de ese país. Por otra parte, algunos significarán "red" como algo constituido por personas que se reunen y se acercan para un propósito común de manera que sus actividades o pensamientos conjuntos puedan ser llevadas a todo un extenso grupo de conocidos, amigos o simples "otros" humanos interesados en contenidos o atractivos de esas actividades o pensamientos (casi siempre especializados) de la "red" de personas. Finalmente, sólo una fracción muy pequeña de personas entenderá al escuchar el vocablo "red", como un entramado digital de conexiones electrónicas, inalambricas, invisibles y posibilitadoras de comunicación de información, de datos, de textos y otros elementos entre muy diversos grupos o personas en lugares lejanos o desconocidos y tiempos diversos y desconocidos.

No obstante, podemos notar en las diferentes evocaciones como la palabra "red" implica un entramado, un anudamiento o encadenamiento, no necesariamente secuencial, de partes, que ya anudadas forman un todo mucho más fuerte que cada parte por sí sola y mediante la cual se cumple una función.

Bien. Tomemos ahora el verbo "convivir". Evocará, en la gran mayoría, la acción de "estar con", "reunirme con" o "compartir con" otros presentes de manera simultanea en un espacio tiempo determinado. Esta acción tiene soporte en una cierta configuración personal y social, psico - social, implícita en los sujetos participantes mediante el cual se pueden realizar las acciones personales que permiten o dan a entender a los otros, el significado de "estar con", "reunirme con" o "compartir con". Esta simultaneidad de acciones puede entenderse como un entramado de micro - acciones de cada sujeto, mediante las cuales construyen una acción compleja cuyo significado ya articulado en el tiempo y en el espacio comunica o produce la idea de convivir.

Un ejemplo imaginario puede ayudar: Acepto la invitación a una fiesta. Según las carecterísticas de los invitadores y de la invitación misma decido una cierta vestimenta y no otra. Decido arribar al sitio a cierta hora y no a otra. Ya ahí, decido saludar en modos tales que ese saludo (el gesto lejano con la mano, la inclinación de cabeza, el saludo de mano, el abrazo, las palabras amables o cariñosas, y más) corresponda al grado de amistad, trato y compañerismo con el saludado. Decido, según la clase de fiesta, acudir al bar, o tomar una bebida de la charola itinerante de quien se acerca a ofrecerlas. Decido sentarme o quedarme de pie, entablar charla con X o Y, y todo los demas. Esas decisiones se configuran con recursos culturales a mi disposición en mi inventario cultural subjetivo - objetivo, cuyo uso, orden, tiempo y lugar de uso, es decidido no por UNA razón sino por varias que acuden a mi aparato mental de decisión micro segundos antes de actuar de un modo u otro.

El ejemplo ayuda a explicar que las acciones que comunican la idea de "estoy con ustedes" no responde a una misma razón sino a varias, y aunque se presenten en secuencia temporal no responden a una misma razón homogenea. De tal manera que convivir es un entramado, soportado por un grupo de recursos culturales cuyo uso es congruente con una cierta acción y no con otra. En el ejemplo: Hay decisiones de actuar con cortesía, que no tienen la misma lógica de las acciones que comunican cariño o respeto o amistad. De modo que las acciones mismas y sus razones, con los recursos culturales soporte de la acción - decisión, forman una red. La red que podemos llamar "convivencia".

La convivencia no son en sí mismas las relaciones o las inter relaciones entre sujetros que dicen o quieren convivir sino la red de recursos culturales, sus vehículos actualizadores y las decisiones que los traen a cuento, todo esto, más las micro acciones que conforman la acción visible de "estar junto con".

Más aun. A lo anterior se suman los recursos, decisiones, micro y macro acciones que se suscitan en los interlocutores y otros actores convivientes simultaneos, por los actos del sujeto iniciador del intercambio. La "convivencia - red" es en realidad todo un sistema complejo de acciones que configuran el convivir concreto de todo grupo ocasional, circunstancial o permanente. Son los entramados de referentes y recursos culturales de los actores, las razones diversas que generan las decisiones, que a su vez generan las acciones vehiculantes y a las cuales se anudan las reacciones sucesivas de los otros, lo que se puede llamar "convivencia".

viernes, 14 de septiembre de 2012

Convivir en la RED

Una de las pautas culturales más importante y menos visibles es la convivencia en las diferentes formas sociales que vivimos: Familia, Escuela, Iglesia, Empresa, Clubes y más. La convivencia es poco visible por que es cotidiana. Todos los días lo hacemos desde muy pequeños y poco a poco interiorizamos las formas de comportamiento y de inter-acción con las cuales en los hechos de todos los días convivimos: Saludoamos a otros. Conversamos de manera cordial. Conversamos para profundizar algún tema o problema. Trabajamos junto con otros en un encargo. En fin, nos divertimos y pasamos el tiempo con otros de muy diversas maneras, modos y fromas, simepre en convivencia.

La convivencia se hace visible cuando hace falta. El ausente de una reunión o del trabajo conjunto. La ausencia del habitual a un bar o a un restaurante, al club o al estadio de futbol. No podemos convivir con el ausente. Lo recordamos o lo extrañamos. Y nos hace falta en muchos casos. Cuando surgen conflictos entre los amigos, familiares o compañeros, que nos alejan o nos vuleven cuidadosos para hablar o lentos en el profundizar. El conflicto nos avisa de una merma en la convivencia, pues convivir en medio de un conflicto se vuelve más complejo. En una escuela, por ejemplo, he visto con freceuncia tropiewzos en la convivencia, o pero modos de convivencia, generados por el uso de lenguaje sin cuidado por los efectos que causas las palabras en los otros. Los maestros a veces no son conscientes de las lastimaduras que provocan en los alumnos cuando usan un adjetivo o hacen un juicio de valor sin cuidar la´posible interpretación de esos mismos alumnos. No obstante que sea ususal, el efecto daña la convivencia, esa que no se ve y se percibe cuando se lastima.

De esa inconsciencia, y de otros factores que ahora omito, es que surge la pregunta por cómo aprendemos a convivir. Y este aprendizaje se ignora todavía más cuando la convivencia, es decir la inter-acción es en la RED. ¿Se puede convivir en la RED? ¿No es un contrasentido: Convivencia virtual?

Pienso que si se puede convivir en la RED. No sólo por que la técnica ya nos permite vernos y escucharnos en tiempo real, sino porque leer el escrito de un colega de RED (alguien que no conozco pero "sigo" por sus escritos en la Red, por ejemplo) me permite saber qué piensa, cómo lo piensa y qué se propone. Y me permite si quiero comentar con él esos pensamientos y escritos, y aportarle los míos y esperar su reacción. Es un proceso convivial sin duda.

A los seres humanos nos ayuda aprender a covivir y también, en la sociedad RED, aprender a convivr en la RED.